martes, 14 de junio de 2016

Rusia Express: San Petersburgo / Moscú




Ya ando por aquí de nuevo, el verano me espera calentito, primera parada: Rusia!! Una mini visita de reconocimiento. Poco interés añadido a lo que voy a hacer  me sugiere, pero siempre da penilla no tener más tiempo, sobretodo por el "coñazo" que supone la solicitud de visado para tan poco tiempo (billetes, pagar hoteles por adelantado, seguro médico privado, foto y dejar el pasaporte 10 días en su Consulado).

San Petersburgo

Llegamos a San Petersburgo después de algo más de 4 horas de vuelo directo con Iberia, muy bueno por cierto. Y llega lo esperado, lluvia y tiempo regular. Es de noche, directos al hotel y a dormir. Hay que aprovechar el día mañana. 

Nos quedamos en el Hotel Kempinski Moika 22, justo al lado del Hermitage y a la orilla del que dicen el canal más bonito de la ciudad. Y el lujo ruso va asomando la patita...



Ha amanecido con muy mala pinta, lluvia y viento... Así que a disfrutar del desayuno con tiempo y tranquilidad, se supone que mejora a lo largo del día... Y ahí seguimos, esperando... Sigue con un vientoooooo... Así que decidimos irnos de compras a uno de los muchos centros comerciales de la ciudad, queremos ver cosas típicas y nos recomiendan el Gostiny Dvor, el más antiguo de la ciudad, al lado de la Catedral de Kazan en la calle principal comercial, Nevsky.


El centro comercial nació en el antiguo mercado central de la ciudad, y está lleno de tiendas de productos rusos y souvenirs, perdición de mi madre... Salimos con huevos de Fabergé y Matriuskas. Menos mal que la contengo con las compras de comida, ya vendrá Moscú.



Preguntando y leyendo guías, una de las mejores opciones para comer y cenar en San Petersburgo con los hoteles de lujo. Tienen cocina abierta todo el día, hasta de madrugada. Así que decidimos cruzar y entrar en el Gran Europa Hotel, uno de los más tradicionales, lleno de salones con diferentes motivos, que si de Té, otros para copas, fumadores... Y decidimos el Mezzine, para algo "informal".

Esta parte de la calle Nevsky es de las más llamativas. Justo donde se encuentra como eje la Catedral de Kazan, y sin leerlo nos recuerda al Vaticano, y confirmado queda cuando leemos la guía. De hecho estaba pensado hacer el espejo justo enfrente, tremenda.


Desde la Catedral de Kazan, seguimos uno de los canales más bonitos, el Griboedova, directos a la Catedral de la Sangre Derramada, inspirada en la de San Basilio de Moscú, no lo parece eh!



Es sencillamente impresionante, preciosa.. los colores, la construcción... Por tamaño no es imponente, por todo lo demás sí. Tiene este nombre porque Alejandro I sufrió un atentado al comienzo de su construcción que casi acaba con su vida (el 8º atentado de hecho).


Desde la Catedral, seguimos el canal Moika camino de nuestro hotel. San Petersburgo es conocida como la Venecia del norte, el centro histórico está rodeado de canales, y teníamos idea de coger un barquito pero el nivel del agua es demasiado alto y no pueden navegar.



Por suerte ha despejado y podemos adentrarnos a la plaza del Palacio justo al lado de nuestro hotel. Es espectacular. El edificio principal del Museo Ermitage, era el Palacio de Invierno de Pedro el Grande, fundador de la ciudad y es la fachada más reconocida de la ciudad. De San Petersburgo sorprende los colores pastel de sus construcciones, imagino que para alegrar los inviernos de 6 meses.

En el centro de la plaza, la columna de Alejandro, y enfrente el edificio secundario del Ermitage, todo conforma una plaza que impacta por su tamaño sobretodo, y fachadas claro.



Ya en el hotel, tenemos la suerte de tener en la azotea uno de los restaurantes imprescindibles de la ciudad, Bellevue, y no sólo por la comida, sino por las vistas al Ermitage, que se encuentra a 50mts, la cúpula dorada de San Isaac, incluso de la Catedral de la Sangre Derramada. Llegamos de día casi a las 22h y vimos anochecer y encender las luces, precioso.

Pushkin / Pavlovsk

Toca excursión. Dicen que la visita a San Petersburgo sin ver alguno de los numerosos Palacios e instancias veraniegas que construyeron los zares es incompleta. Después de leer y ver, decidí dos de ellos, Patrimonio de la Humanidad, que se encuentran a 25 y 30kms. El otro imprescindible pero que nos vamos a perdonar, es Peterhof, el Versalles Ruso, más que nada porque lo más espectacular es el jardín con sus fuentes y sería una paliza, pero también lo veo imprescindible.




Pushkin es el primero que visitamos. La mujer de Pedro el Grande, Catalina, y sobretodo su hija Isabel, son las "culpables" de tanto despliegue dorado y decorativo, impresionante por donde pasas... con interior barroco y dorados en cada esquina, por no hablar del famoso Salón de Ambar. El jardín con las vistas al lago son preciosas y merece la pena llegar a verlas.



Tras Pushkin, ponemos rumbo a Pavlovsk. Construido por la nieta de Pedro el Grande, Catalina la Grande, para su hijo, Pablo, con el motivo de tenerle cerca y que no jugara a sus espaldas con posibles Golpes de Palacio, tal y como ella hizo claro.




La ubicación y la construcción es menos espectacular que Pushkin, de hecho es mucho menos visitado, pero por dentro es espectacular. De la galería de pintura retiraron varios regalos que le hizo Luis XVI tras comprobar su valor en diversas subastas y ahora se exponen en el Ermitage. 

Nos han quedado varias cosas que hacer en San Petersburgo, que por falta de tiempo y sobretodo la metereología no hemos podido hacer y es una pena, pero volveré! Y me refiero a la Fortaleza de Pedro y Pablo, crucero por los canales o alguna obra en el Teatro Mariinsky.

Moscú

Desde San Petersburgo hay varias opciones para llegar a Moscú. Nosotro elegimos el tren diurno express, tipo AVE, que tarda algo más de 3'30h con Russian Railways. Es necesario comprarlo online con pasaporte en mano.  Sin problema alguno, ni en horario ni en servicio, hasta nos pusieron de desayunar.  Ambas estaciones decepcionan, muy cutres la verdad, y en ruso solamente. 



Ya en Moscú, nos recogen directamente para aprovechar ese rato y visitar otro de los Patrimonios de la Humanidad del viaje, el Monasterio de Novodevichy. El emplazamiento es precioso, a las afueras de Moscú pero dentro de la ciudad, a orillas del río Moscova, y la verdad que por dentro no es tan  espectacular pero según parece de alto contenido religioso y valor histórico.


Lo construyó la hermanastra de Pedro el Grande, Sofía, para vivir ella, y acabó siendo su cárcel. A parte de monasterio y residencia de monjas dedicadas al culto, también ha ejercido de fortaleza para defensa de Moscú, como otros tantos de la época, de hecho esos torreones que se ven eran para los arqueros. Justo al lado se encuentra el cementerio donde celebridades y sobretodo militares de alto rango descansan. Merece la pena verlo.



Y por fin camino del Hotel, le tenemos ganas, nos hemos despertado temprano y el día se nos ha hecho muy largo. Nos quedamos en el Hotel Nacional, justo al lado de la Plaza Roja, enfrente del Kremlin, así que a descansar y nos daremos un paseo al anochecer.



Tiene toda la historia del mundo reciente en cada esquina, es una pasada. Se desayuna con estas vistas, así que perfección. No es el Four Seasons que costaba el triple y está al lado, pero estamos encantados.



Prueba de la historia del hotel, dos de los numerosos cuadros que exponen en una de las galerías. La verdad que ver las fotos de los desfiles militares delante del hotel es impresionante. De hecho hasta lo utilizaban para poner cartelería.

Para cenar hoy queremos algo sencillo e internacional, BQ Café justo al lado de nuestro hotel, barato y muy rico todo.



Amanecemos, desayuno y a las calles. Hoy tenemos día libre, así que a lo que salga. Hemos pensado en patearnos el centro. Empezamos con la Plaza Roja que solamente ella merece el viaje. Kremlin, San Basilio, el famoso GUM, el mausoleo con la momia de Lenin...

Es muy curiosa una anécdota sobre la momia de Lenin, que durante 50 años se encontraba junto con la de Stalin. La ubicación por cierto no siempre fue ésta, sino que durante la guerra lo trasladaron a Siberia. El tema es que una famosa y respetada bolchevique de la época se levantó un día diciendo que había soñado que Vladimir (Lenin) le había dicho que estaba molesto junto con Stalin, y a partir de ahí les separaron.


La Catedral de San Basilio es preciosa, algo más pequeña de lo esperado, pero cumple las expectativas. Mis padres felices.

Por cierto, la Puerta de la Resurrección la demolió Stalin porque por ahí entraban los tanques a los desfiles y decía que molestaba. Como todo lo que se hace en Rusia, se vuelve a construir, mano de pintura y sin problema.




GUM, es el nombre del famoso centro comercial con una fachada espectacular con entrada por la misma Plaza Roja. El interior no es menos espectacular. Armani y Louis Vuitton tienen allí un Café, y la tienda de alimentación en la planta baja es impresionante.


Ya vamos buscando sitio para comer, y decido ir camino del Teatro Bolshoi y comer cerca del Hotel Savoy que es donde me quedé la otra vez que estuve y donde se encuentra el eje peatonal y comercial llena de restaurantes de la calle Petrovka con la propia calle del Vogue Café,  Kuznestkiy Most.




El Vogue Café es como lo recordaba. La ubicación, la decoración y la comida perfecta. Con cuadros con las portadas y reportajes más famosos de la revista. Muy buena recomendación. Como curiosidad rusa, lo hacen en todos sitios, a las mujeres le facilitan una silla pequeña para dejar el bolso a su lado y así no dejarlo en el suelo.



Seguimos conociendo Moscú y sus imprescindibles... el Metro. Es espectacular, sobretodo las paradas de la línea circular. Porcelanas, grabados, vidrieras, lámparas de hierro... Todo de la época soviética y con motivos que ensalzan el trabajo.


Y ya por último hoy, la Plaza Roja de noche iluminada, alucinante. Quizás se pasan un poco con el GUM, pero claro, estamos en Rusia.

Hoy nos damos un capricho, vamos a cenar en el restaurante Quadrum del Four Seasons. Es el hotel con mejor ubicación, justo en la Plaza Roja y tanto la comida como el emplazamiento es espectacular, un lujazo.

Kolomenskoye / Moscú

Hoy salimos a visitar Kolomenskoye, otro Patrimonio de la Humanidad. A orillas del río Moscova, hoy en día pertenece a Moscú, pero en el siglo XIV, desde cuando se conoce la existencia de su uso por parte de Duques y Zares rusos, se encontraba a tanta distancia como para considerarlo segunda residencia.



La ubicación, a orillas del río, y elevado para su perfecta observación, es extraordinaria. Actualmente forma parte de uno de los parques de Moscú más utilizados para desconectar de la ciudad. La Iglesia fue creada para celebrar el nacimiento de Iván el Terrible.

De vuelta a Moscú, y aprovechando que vamos en coche, hacemos una breve visita a 3 de los 7 edificios de Stalin, o siete hermanas como se les conoce. Se pueden ver desde cualquier punto de la ciudad por su tamaño y son imponentes.



De vuelta a Moscú, nos falta la visita del Kremlin, sede del gobierno, imprescindible. Recomiendo comprar la entrada por adelantado en su web porque suelen agotarse y hay siempre colas. Tanto el parque anterior como el interior del Kremlin, o fortaleza, merece la pena y cumple las expectativas. Sede de la iglesia ortodoxa, en la catedral descansan los Patriarcas.



Si hay tiempo, es muy recomendable bajar desde San Basilio al río Moscova y cruzar en el primer puente para verlo todo desde el otro lado del río, espectacular.



Por último, recomendar el centro comercial subterráneo Okhotny Ryad justo delante del Kremlin y la entrada a la Plaza Roja. Es muy curioso y también tiene una Food Court en la planta baja.

Y ya me despido, ha sido breve, pero al final hemos hecho muchas cosas. Me he quedado con ganas de más la verdad, creo que Rusia tiene mucho que ofrecer, una pena que sea tan incómodo todo y con tan pocas facilidades para el turismo, pero creo que aún así, volveré y lo recomendaré.

Hasta pronto!










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