viernes, 20 de octubre de 2017

Myanmar (Birmania) Nov17




Aquí estoy de nuevo! Hace un año ya de nuestro viaje a Madagascar, cómo se pasa el tiempo! Y retomamos esta tradición Patricia y yo para embarcarnos en otra aventura no pequeña, tal y como están las cosas ahora por la zona, pero bueno... Vamos de recomendados así que esperemos que volvamos sanos y salvos. Os dejo el itinerario por ahora!


Yangon

Volamos de noche con Emirates con escala en Dubai. 8 horas + 6 horas, una paliza. Menos mal que tenemos la suerte de que nos meten en Business a los dos! Una pasada la verdad. El aeropuerto de Dubai, ya sean las 17h o las 5am parece en hora punta, increíble.




Llegamos por la tarde noche, nos recogen y directos al Hotel, el Meliá Yangon. Se supone que toca cenar y dormir, pero venimos bien comidos, jaja, así que duchita y a la cama, se agradece porque estamos muertos.


Amanece y ésas son nuestras vistas. La colina donde se encuentra la pagoda de Shwedagon, el templo más sagrado e importante de la ciudad. Bajamos al buffet y alucinamos, casi pecado mortal, lujo asiático en hotel español. Empieza el viaje!






Nos recoge Thien, y salimos camino de la parte antigua de la ciudad. El tráfico es horrible. El boom del país coincide con el de las ayudas para la compra de coches sin inversión en infraestructuras por lo que la ciudad es un atasco continuo. Llegamos por fin al templo del buda reclinado, más grande que el de Bangkok, Chaukhatgyi. En el cuadro se puede ver cómo era el original y luego cómo quedó revestido de mármol y pan de oro, con ojos de cristal.




Aunque lo que más me llama la atención a parte del tamaño, es el edificio construido para su protección, y las "capillas" de alrededor, parece una nave industrial repleto de dorado y luces que le da un toque de feria de pueblo.







Salimos andando hacia la Pagoda de Sule que se encuentra bastante cerca. En el mismo centro se encuentran los barrios chino e hindú, donde cómo no, tienen sus propios templos y se concentran como cualquier otra ciudad grande creando sus guettos.




Atravesamos una calle del barrio chino donde tienen un pequeño mercado callejero. Y lo primero que nos sorprenden son los plátanos, muy típicos de Myanmar. Aquí tienen 8 tipos! Dulces, ácidos, verdes, hasta rojos! Los rojos los pudimos probar y nos gustaron mucho, muy dulces y ricos. Y lo otro que nos llamó la atención fueron los uniajos!







La leyenda dice, y ciertas creencias, que en la pagoda de Sule se supone que se encuentran pelos de Buda, aunque viendo todo casi que me decanto por los escépticos. Sí que sirvió como centro de reconstrucción de la ciudad tras la ocupación británica y hoy en día es el Km. 0 del país.





Tanto las ofrendas de todo tipo, hasta en teleférico suben como se puede ver, los mini templos o capillas alrededor de la pagoda, como los lectores de mano que se encuentran en todos lados... nos hace que nos lo tomemos poco en serio todo esto, pero claro, el lugar es sagrado para ellos, las creencias de cada uno...




Como he comentado antes, los bajos de la pagoda son una mezcla entre zona comercial y esotérica. Los puestos de venta se mezclan con lectores de mano, incluso nuestro guía es especialista y nos la lee a nosotros, lo que nos cuenta mejor nos lo callamos. Justo al lado se encuentra el ayuntamiento, edificio colonial que llama mucho la atención, al igual que Correos, situado en la calle por la que continuamos la visita... y donde se comprueba que hubo tiempos mejores... o no...





Otra de las cosas que me han sorprendido del país es que está mucho más desarrollado de lo que pensaba. Tenía en mente Vietnam, Camboya e incluso Tailandia... Pero nada que ver. Se nota la explosión que ha tenido el país y los taxis tipo tuk tuk o bicis transportistas se ven, pero mucho menos que en otros sitios.









Y llegamos al barrio chino, lleno de gente... la razón? Hay una especie de desfile típico, debido a la fiestas que tenemos por delante, las de la luna llena del día 3. Como buen barrio chino, a parte de gente, está lleno de puestos de comida callejera, con los pinchos típicos...






Tras descansar un rato en el hotel y disfrutar de la piscina, vamos camino de la pagoda más sagrada e importante de Yangon, la llamada Shwedagon. Es alucinante el sistema de andamiaje que se ve en todos lados, con palos de bambú y a unas alturas considerables. Otra cosa que nos empezamos a acostumbrar es a descalzarnos en cada templo que entramos... y te meten por todos lados descalzo, hasta en las escaleras mecánicas.











El recinto entero es alucinante. Lleno de "capillas", imágenes de todo tipo... a cada cual más recargada, con más luces, ofrendas... Nos comenta Thien que los tailandeses, por falta de templos tan sagrados como los birmanos en su país... son los turistas que más visitan Birmania por es emismo motivo, y encima en estas fechas sagradas para ellos con más razón aún. La pagoda central, cubierta de pan de oro, tiene como coronación una figura repleta de piedras preciosas que como se puede ver, te deja con la boca abierta.




Nos quedamos hasta la puesta de sol para observar el cambio de luces y de paisaje. Y la verdad que es alucinante. Tiene un aura especial, pero cuesta sobrecogerte con tanta parafernalia, pero bueno, respeto ante todo. De vuelta al hotel, nos espera madrugar para coger el primer vuelo interno.






Un pequeño gran respeto teníamos por los vuelos internos birmanos, pero hemos de decir que son como coger un autobús. Funcionan perfectamente y van haciendo paradas de 10min en cada ciudad según recorren el país y hay gran competencia, ya que son varias las aerolíneas que lo hacen. Y llegamos a Mandalay!

Mandalay - Mingun 

Nos recogen y vamos directamente de visita. Se nota que estamos en una zona más rural, aunque la carretera es muy correcta. Cada dos por tres vemos sobretodo a chicas y mujeres con una especie de cacerola pidiendo dinero, todo debido a las fiestas de la luna llena, así recaudan un dinerillo para la organización.





El primer destino es un puerto pequeño, donde embarcamos en una barca estupenda para nosotros sólos. Vamos destino Mingun (Sagaing), antigua capital birmana, con frontera con India, a orillas del río Ayeyarwady, que atraviesa todo el país.







El trayecto no es muy largo, pero nos encanta. Empezamos a ver la típica vida birmana, su forma de vida, su transporte, la pesca... la zona al ser tan sagrada, tiene numerosos templos budistas por todos lados, e incluso una colina de arriba a abajo... y ya empezamos a divisar de lejos la espectacular pagoda inacabada de Mingun, Pahtodawgyi.






Nos bajamos directamente por una de las puertas de la Pagoda, la de los leones, gigantes por cierto como se puede ver. Y es que se suponía que iba a ser el templo budista más grande del mundo, y como siempre, la falta de dinero al igual que la falta de prisioneros de guerra usados como esclavos en el siglo XVIII para su construcción, hizo que se quedara a medias. Lo que sí se mantiene en pie, sobreviviendo hasta de terremotos, es la campana de 90 toneladas, segunda mayor del mundo tras una en Rusia (según Thien).







Tras la pagoda inacabada, vamos dando un paseo hasta otro templo al lado que nos maravilla por muchas razones... La pagoda de Myatheindan, que representa el monte Meru, con gran mitología para los budistas, con sus siete mares en sus siete pisos. Imprescindible es subir todos ellos porque las vistas a la pagoda vecina y alrededores son espectaculares.








Ya de vuelta a Mandalay, vamos viendo lo rural de la zona, de sus puestos de venta, higiene y demás... Antes de nuestro siguiente destino, paramos un momento para ver la muralla de Mandalay. En su interior se encuentran las ruinas del Palacio, que no se pueden visitar.













La siguiente parada, el Palacio dorado de Mandalay con sus tallas de teca, que nos maravilla, y la Pagoda de Kuthodaw... complejo reconocido como Patrimonio Mundial y no es para menos. A parte de la estética, en cada estupa se encuentra una enseñanza de Buda, por lo que es considerado el libro más grande del mundo... Tiene 729 placas de mármol. Y según nos comenta Thien, es muy típico que lo visiten las parejas "para pelar la pava".







Y para despedir el día nos dirigimos a la principal colina de Mandalay, donde se encuentra un pequeño templo, cómo no... pero sobretodo es desde donde se puede observar toda la ciudad, a orillas del río... una pena que esté nublado, pero aún así es precioso... Ya de vuelta al hotel, Rupar Mandalar, perfecto... bañito, cena y a la cama, que estamos cansados.



Mandalay - Amarapura / Ava




Amanece y directos a Amarapura. El trayecto es de una hora aprox. Otra capital antigua birmana, es famosa por su monasterio donde viven más de 1000 monjes, muchos por gusto y otros a lo mejor por ser huérfanos y así tener la educación y alimentación asegurada. Es curioso porque lo importante es llegar justo cuando van a hacer su comida única diaria, y te enseñan toda la parafernalia, hasta las cocinas donde la preparan a tiempo para que coman todos a la vez.











Llegamos a tiempo para hacer una breve visita y para que Thien nos lo explique todo. En cuestión de minutos llegan un par de autobuses de guiris, toman posiciones, tocan la campana y... a comer! Aparecen por todos lados monjes de todo tipo a hacer fila y para dentro... Su arrocito y algo de chicha como diría mi padre. Curioso es que cada día los gastos van a cargo de una familia adinerada que lo dona con tal de que recen por ellos a cambio, lo de siempre vaya.






Seguimos con el trayecto camino de Ava. Nos hacen coger un barquito y en breve llegamos. Era uno de los momentos que más detestaba antes de venir... el paseíto en carruaje a caballo, de verdad? A ver si se enteran en todo el mundo que es horrible y se deja de hacer, pero no hay otra manera oye... se lo digo a Thien y me dice... y cómo llegamos sino?







El trayecto hacia los dos monasterios que vamos a visitar es una absoluta maravilla. La zona se inunda con facilidad y tiene una vegetación impresionante... a su vez está repleta de pequeños templos con más o menos importancia, medio derruidos algunos... nos encanta, a pesar del caballito y el remolque.









Okkyaung y Bargayar, son los monasterios que hemos venido a ver. Por estética no mejoran lo visto hasta ahora, pero sí por importancia histórica y de construcción. El de Bargayar cuenta con casi 300 pilares y está realizado por completo en madera de teca, es alucinante el trabajo y detalle que tiene. A continuación visitamos el de Okkyaung, amarillo y muy llamativo, del siglo XIX y muy bien conservado. En el jardín vemos a grupos de escolares haciendo picnic, y es que otra de las cosas que nos llama la atención es el uso diario de los recintos religiosos por los birmanos, muy prácticos ellos.





A la salida vamos a comer, ya en coche de nuevo, hacia la colina de Sagaing, famosa por tener más de 700 templos. Otra cosa no, pero templos... 








No he hecho comentario alguno sobre la comida. No esperábamos mucho la verdad, y así nos ha resultado. Basado todo en tallarines o arroz con algo de carne, correcto y a precios razonables. En el restaurante Thien nos enseña que la relación de Cataluña con España sale en el periódico birmano y ya llegamos al templo en la colina para ver las vistas, espectaculares.








Tras la comida vamos camino de otra puesta de sol que no será como esperamos... y es que no tenemos mucho sol, sí calor y humedad, casi que mejor. Pero vemos que todo lo esperado es casi idílico por los paisajes y esa luz del atardecer. Esta vez se trata del puente de teca más largo del mundo, llamado de U-Bein en Amarapura de vuelta a Mandalay, directos al hotel, toca madrugar que volamos de nuevo a Bagan esta vez, nos vamos encantados de Mandalay.

Bagan I



Otro madrugón y van ya... pero se llevan bien. Al menos no tuvimos ningún retraso y los vuelos son de algo menos de 1 hora y van estupendamente. Nos recogen esta vez con un Buda haciendo de Elvis en el salpicadero. 










Bagan... idealizado lo tenía. Lo tenía en mente como si fuera el Siem Reap de Myanmar. Pues llegamos al aeropuerto y parece todo de lo más sencillo y pueblerino, como si  no fuera turístico. Camino del mercado local para darnos una vuelta y confirmamos de nuevo lo avanzados que están con respecto a otros países asiáticos, sobretodo en higiene. 

Huevos de gallina, oca... de todo tipo y tamaño... se venden por frescura también. Frutas de la zona, buenísimas, como la del dragón (kiwi blanco) o los lichis buenísimos. También se encuentran por todos lados, unos troncos de madera los cuales usan para untarse la resina por la piel, y así protegerla del sol.









Bagan es la antigua capital de varios de los reinos de Birmania. Localizada en un emplazamiento privilegiado, juntos a las riberas de los 2 ríos más importantes. Aquí se encuentran templos de diferentes épocas dando ejemplos de casi todo tipo de estupas, indias, birmanas, etc... Semanas se pueden pasar visitando toda la zona. La UNESCO ha intentado sin éxito, declarar la zona Patrimonio Mundial, y es debido al interés turístico de la zona que ha hecho que la Junta Militar no deje su acceso.

Vamos visitando varios de los templos más importantes. Sulamani, Dhamayangyi, ambos del siglo XII y famosos por sus grabados con enseñanzas de Buda en las paredes. Todo ello entre una vegetación bastante frondosa que lo hace idílico. 









Shwezigon, gloria de Bagan con 900 años de antigüedad, Htilominio, Ananda... incontables los templos a cada cual más espectacular e imposible quedarse con todas las peculiaridades. Thien nos da una clase de tipos de Estupas, diferenciando épocas y según la zona, con las diferentes influencias. 






Y para acabar el día, Thien nos lleva a una pagoda con un emplazamiento privilegiado para ver el atardecer. Una vez más está nublado y no lo podemos disfrutar, pero sí de la panorámica, una pasada. Para luego llegar al hotel, sobre el que no tenemos palabras, es alucinante. Creo que debe ser imprescindible, al menos visitarlo o subir a la torre / mirador... se llama Aureum Palace y las fotos hablan por sí mismas...








El hotel se encuentra en mitad de todos los templos. De hecho es muy discutido por el impacto visual, sobretodo por la torre mirador, de 61 metros. Todo pertenece al yerno del Jefe de la Junta Militar. Y es que es alucinante. Todas las fotos anteriores son del hotel. Y cenamos con esas vistas... toca volver a madrugar, nos vamos en globo!

Globo en Bagan

Nos costó mucho asegurarnos el vuelo en globo, y es que es LA excursión. Salen como unos 20 globos con unas 10-12 personas en cada uno con unos precios impresionantes y aún así la gente se pega por ellos, pero... es indescriptible, hay que darse el lujo, y sino, mirar...


Nos recogen de madrugada en un súper bus. "Baloons Over Bagan" se llama la empresa. Hay 3 implantadas en la zona pero ésta es la única que vuela hoy. Está chispeando y encima nos dicen que hay un viento que puede impedir la salida, pero no!




Después de cierta espera dan el pistoletazo, allá vamos! Patricia ya montó en globo en Lituania y está más tranquila, pero yo... aaaaaaaaah!! Y eso que estamos sobados...





Somos de los últimos en coger vuelo... Y menos mal que al final lo hacemos porque de los 20 que salimos hay uno que se queda en tierra sin saber por qué. El vuelo resulta muy suave y sencillamente espectacular. El entorno es inmejorable, se ve toda la explanada de los templos de Bagan e incluso llegamos a ver el río a pesar de la niebla. Nos comentan que aún así es un día excelente de visión. Y así estamos, como enanos disfrutando en silencio...







De lo primero que vemos es nuestro hotel! Todo lo que se ve alrededor de la torre / mirador es nuestro hotel, desde las alturas se ve lo espectacular que es y su localización, lo dicho, increíble.










Vamos todos en la misma dirección subiendo y bajando de altura lo que nos permite tener una visibilidad impresionante, pudiendo ver todos los templos más conocidos y disfrutando a su vez del paisaje... Hay que vivirlo de verdad, es indescriptible.








No volvemos al punto de partida, sino que es un viaje de ida... aterrizamos en mitad del campo donde justo acaban de recoger cacahuete, y nos encanta ver la planta y cómo es, mucho más pequeño... Y súper rico, nos queremos llevar así que iremos en su búsqueda.

Bagan II





Tras el globo nos llevan de nuevo al hotel para que podamos desayunar después del madrugón que nos habíamos dado. Patricia se encuentra regular pero va aguantando. Desayunamos y salimos a ver más templos importantes, podríamos estar días y días viendo todos pero solamente nos da tiempo para algunos, Htilominlo es donde vamos, siglo XIII, espectacular.







La imagen que llevábamos de Bagan no se corresponde para nada con la realidad. Y es que la zona no es tan turística como pensábamos, al revés, es muy rural, con gente sencilla y se dedican a la agricultura en su mayoría, quitando los chavales que ayudan en la temporada turística. Thien nos enseña por ejemplo el jabón que emplean, y damos un paseo por el pueblo de Taung Bi, con casas de bambú y depósitos de agua en tinajas.






Continuamos hacia otro monasterio de teca que es alucinante, Nat Htaung. Te quedas con la boca abierta viendo el trabajo que tiene, con todo tipo de detalle. Eso sí, sorteando clavos que vamos, porque como en cada templo y monasterio, nos debemos descalzar por muy abandonado que esté. Y de ahí, nos saltamos algún templo y nos lleva a un último, Gubyaukgyi, desde donde se supone que veríamos la puesta de sol, pero está cubierto y encima Patricia no puede más, necesitamos descanso en el hotel por un rato, aún así las vistas espectaculares.








Hemos quedado con Thien para que nos dé un paseíto en barco por el río Ayerwaddy tras descansar n poco. Antes aprovechamos que Patricia se encuentra mejor para subir a la torre mirador de nuestro hotel, la cual se puede visitar por cualquiera y la verdad que creemos es imprescindible, qué vistas!











Y el paseíto nos sienta divinamente. No es que nos deje con la boca abierta, que llevamos ya mucho visto, y todo espectacular, pero nos encanta. Barquito para nosotros, tranquilos, y con un entorno estupendo, se puede pedir poco más, de vuelta al hotel!



Pues nada, muy a nuestro pesar nos tenemos que despedir de Bagan y de nuestro súper hotel, nos ha maravillado, increíble, y sin palabras que lo puedan describir... Y cenando así tras un bañito en esa piscina con esas vistas cómo uno no puede sentirse genial.

Heho - Lago Inle - Pindaya






Thien nos está acompañando allá donde vamos, y lo agradecemos tanto! Cierto es que podríamos haber hecho lo mismo y haber llegado sanos y salvos sin problema alguno, pero vamos, más de un dolor de cabeza nos ha quitado, porque fácil no es viajar por el país, por la documentación, las llamadas a los vuelos que se hacen a gritos... Así que agradecidos estamos. Llegamos a la zona del Lago Inle!






Aterrizamos en Heho, pero antes de llegar a Inle, tendremos un par de visitas. De camino, pasamos por Pindaya, a 45kms, entre montañas y paisajes de plantaciones vegetales con paisajes preciosos que nos obligan a parar y hacer unas fotillos, el viajar solitos es lo bueno que tiene.








Y llegamos a Pindaya. De verdad que no podemos creer lo que ven nuestros ojos. Se trata de un lugar de peregrinación budista en un sistema de cuevas en la ladera de la montaña. La leyenda dice que un arquero se enfrentó a una araña gigante derrotándola con la ayuda de Buda en la cueva, y así se recrea en la entrada... De camino todo tipo de vendedores de comida sobretodo y Thien nos da a probar una especie de tortilla deconstruida, que se ve en la foto, me da que Adriá la creó tras un viaje a Pindaya. Entramos en las cuevas...






Aquí se paga por todo, por la entrada, por el ascensor, por llevar cámara, por ser extranjero... Una vez ya arriba, a la entrada del templo, hay un mirador donde se puede ver todo el entorno, y la verdad que es precioso.











Por supuesto que hay que descalzarse. Lo comento con Patricia y estamos de acuerdo, es el lugar que más asquito nos ha dado. Hay mucha humedad e incluso agua, que se mezcla con la suciedad y la gente descalza... Quitando eso, más de 8000 budas de todo tipo, forma y manera. De papel de oro, de alabastro, de jade... la mayoría donadas por familias del lugar, extranjeros... parece un lugar de vacaciones, con todos mis respetos, que resulta que es un lugar de peregrinación...









Seguimos en carretera camino del Lago Inle. Cada zona de Myanmar tiene su propia artesanía y recomendaría que si te gusta algo en particular lo compres en ese mismo sitio. Aquí es típico la sombrilla de los monjes por ejemplo. De camino paramos a comer a orillas del río en un sitio turístico pero precioso. Poco antes de llegar a Inle paramos a ver otro monasterio antiguo de madera de teca donde viven un centenar de monjes, Shwe Yan Pyay.






Llegamos por fin al puerto donde nos está esperando nuestra barca. Y lo que vemos son millones de barcas a toda vela en un río con aguas marrones creando unas olas enormes... Y claro... en las sillas hay salvavidas, ahí que me lo pongo, me veía nadando a los 5min entre fango y a saber el qué... fue la primera y última vez... las siguientes como kamikazes!








Por mucha reserva de la biosfera, el Lago Inle tanto para mí como para Patricia era algo casi prescindible que estuvimos a punto de no venir, no nos llamaba mucho la atención. Pero nada más subirnos a la barca ya vemos que iba a merecer muy mucho la pena.







La primera tarde, nada más llegar, camino del hotel, atravesamos todo el Lago, y es cuando tuvimos las mejores postales de los 3 días. Poco más estético podía ser... esa luz, increíble. Al atardecer es cuando salen los pescadores con esa forma típica de pescar, algunos de ellos con esa cesta que meten en el agua y ese remo que manejan impecablemente con el pie.









Nos cambian de hotel, vamos al Novotel, y es una pasada. Nos dan una cabaña espectacular en primera línea con vistas al Lago y estamos encantados. Esa misma tarde hasta nos damos un masaje que nos sienta divinamente y a la cama. Amanece y a la barca, estos dos días no tocaremos transporte terrestre.










Salimos de camino atravesando el lago entero. Por las fechas en las que nos encontramos, hay muchos lugareños de arriba para abajo de peregrinación, es luna llena y van todos a hacer sus ofrendas a lugares de culto. Es muy gracioso porque en muchas ocasiones nos saludan según nos cruzamos con muchos de ellos e incluso nos paran para hacernos fotos, no deben haber visto occidentales en su vida, y encima rubios y grandes... igual que cuando fui a China.










Vamos hacia el pueblo de Thale donde se encuentra el mercadillo más importante de la zona, pero al ser festivo no hay ni la mitad de puestos abiertos, aunque podemos ver bastantes, la mayoría dedicados a la comida. Justo en el mismo sitio, guardan unos barcos decorados que sacan una vez al año nada más, que usan para hacer una procesión a lo Semana Santa donde trasladan al Buda más venerado del lugar, que se suponía que iba camino de China hace muchos años, con otros 4 Budas, pero éste se cayó en el Lago y no pudieron rescatarlo hasta años más tarde... en consecuencia, ellos creen que no quería irse y de ahí su valor.











Vamos dando un paseo por el pueblo de Nann Hu, el más importante del Lago Inle, pasando por puentes de madera donde Thien los define como "puentes aventura", pues eso... Llegamos al templo de Phaung Daw Oo donde se encuentran los budas más venerados.











Entramos al templo para ver a los 3 budas o lo que quedan de ellos. El tema es que dejan poner cachitos de pan de oro encima de ellos como ofrenda, lo que ha hecho deformarles de tal manera que ahora son auténticas pelotas. Ponen plasmas alrededor para ver cómo va el tema... y solamente dejan acercarse a los hombres, y allí que me fui... mientras dejé a Patricia haciéndose fotos a lo Angelina con las lugareñas... tremendo...












Vamos visitando pueblos, muchos flotantes como Se Khong, donde fabrican sus propios cigarros, o el NannPan, herrero. Y es que son muy artesanales por la zona y todos con el Lago Inle como denominador común.








Y ya de vuelta al hotel, se ven estampas espectaculares, todo es digno de ser fotografiado. Nos sorprende la agricultura que hay en la zona, como los tomates que se plantan en el mismo lago, aprovechando un alga que crece por todo el lago y llevan a los cultivos por su gran valor nutritivo creando suelo muy fértil.








Pasamos justo al lado donde se cayó el famoso Buda de la zona en mitad del Lago y así lo señalizan con una torre dorada y una especie de pegaso. La verdad que una vez allí y viendo lo que tenemos que visitar, se podría hacer en menos tiempo. Se agradece tener esta tranquilidad, pero sí es verdad que si se debe ajustar el tiempo del viaje mejor hacerlo aquí. Hoy amanece y nos toca ir río arriba, al pueblo de InnDain, sus ruinas, la pagoda y el bosque de bambú... Los paisajes siguen siendo una maravilla y desde el agua mucho más.










Llegamos al pueblo y tenemos como media hora hasta llegar a las ruinas. El paseo es precioso, a orillas del río y atravesando un pequeño bosque de bambús enormes que los lugareños utilizan como lugar de picnic. Y por fin llegamos... he de decir que lo que vamos a ver es el motivo por el que me decidí a venir a la zona...














Y menos mal que vinimos! Es una absoluta maravilla. Innumerables pagodas de diferentes tipos y épocas se amontonan en la ladera de la montaña. Las etnias de la zona, a diferencia con las del resto de Myanmar, creen que la pagoda pequeña y casi que familiar interpreta mejor su respeto hacia Buda, que no las enormes y ostentosas que habíamos visto hasta ahora. Eso sumado a su ubicación, en mitad del bosque, lo hace idílico. Muchas de ellas están semiderruidas y alguna en construcción.










Llegamos al pueblo de Thale para dar un paseo y comer lo de siempre, arroz con algo de carne, y atravesar algún que otro "puente aventura". Ya toca recogernos, de vuelta al hotel, a atravesar el Lago de nuevo, una pasada. A disfrutar del hotel, que no es poco...





Nos ha sorprendido todo del Lago Inle, una pasada... ubicación, hotel, visitas... todo... Nos vamos encantados, aunque lo dicho, 3 días quizás es demasiado, o a lo mejor podríamos habernos buscado alguna otra cosa que visitar que seguro hay, así que recomiendo mirarlo bien para aprovechar bien el tiempo.

Thandwe




Y a las pruebas me remito... con un megáfono llamando para coger el vuelo... tremendo. Menos mal que tenemos a Thien y nos podemos relajar. Al final llegamos sin problemas a destino, camión del lugar y al hotel... toca tirarnos 5 días y no hacer absolutamente nada! Las expectativas no son muy altas, zona de playa estupenda en Myanmar? Sobretodo teniendo Tailandia y alrededores? Pues juzgar vosotros mismos...








Myanmar no tiene nada explotada su costa. Thandwe es de lo poco que hay con hoteles de cierta categoría, y son 2 o 3. Aterrizamos casi en la playa, no tenemos que hacer nada de kms... directos al hotel. La zona se llama Ngapali, y se trata de 3 playas bastante extensas y muy salvajes. Hay zonas sin construir, otras que disfrutan los lugareños... A nosotros nos cambian de hotel porque han cerrado el nuestro... Habíamos elegido el más apartado de todos, Amara Ocean, y al final terminamos en el Amazing Ngapali. Decir que hay un Hilton pero en la zona donde no hay playa, todo rocas, pero se veía también estupendo.









Nuestro hotel son las cabañas que se ven en las fotos. La verdad que estéticamente es precioso y la ubicación inmejorable. Es cierto que no es el típico lujo asiático, y que es la zona no está tan desarrollada, y por un lado es una pena, porque ves el potencial, pero casi que mejor se quede como está. Arena fina y clara, agua transparente, hasta caliente! De los 5 días que tenemos, 4 de ellos vemos la puesta de sol perfecta sobre el mar, creando esa luz rosada mágica... estamos encantados.







Decir que la agencia nos ha tratado de maravilla, Adventure Myanmar. Nos ha solucionado todo, siempre pendiente de nosotros.... Al cerrar nuestro hotel, nos dieron una cabaña en primera línea, y nos invitaron a una cena de seafood que nos encantó. A parte comimos muy bien el resto de los días... incluso tuvimos una barbacoa donde en una barca podías elegir el pescado expuesto a unos precios irrisorios. También al lado de nuestro hotel había numerosos restaurantes que durante el día se acercaban para enseñarnos lo que tenían que acababan de pescar... una pasada, todo un lujo, o no? Qué pena nos da irnos!

Thanlyin



Y ya nuestro último día llegó. El vuelo a Yangon sale por la mañana, y el enlace de Emirates para Dubai sale de noche... tenemos todo el día por delante. Contratamos el ir a otra pagoda que se encuentra en Thanlyin y es muy original al encontrarse en un pequeño islote en mitad del río... y también aprovechamos a irnos de compras al mercado de antigüedades de Yangon... Tenemos a una guía y al conductor a nuestra disposición... para lo que queremos... increíble... Nos pregunta qué queremos de comer... Pato laqueado? pues venga... nos lleva a un sitio estupendo en mitad de un laguito con vistas estupendas y ahí que comemos, qué maravilla.

La vuelta horrible, estamos muertos! Hemos salido por la mañana de Thandwe, cogemos a la noche el vuelo a Dubai, 6 horas, escala de 2 + 8 a Madrid... No había nada mejor, pero nos ha salido todo tan bien... nos ha gustado tanto, y espero que a vosotros también! Destino recomendado sin lugar a dudas, y cuanto antes mejor! Un abrazo y espero veros pronto de nuevo!